El Chamán del Sexo “Fake”
Diego, el joven ayudante de un chamán, se quedó solo cuidando el local. Desesperado por su falta de suerte con las mujeres, miró al Ekeko, una pequeña figura que traía abundancia, y le pidió un deseo, casi sin esperanza. Para su sorpresa, minutos después, una hermosa mujer llamó a la puerta. Llegó buscando una solución para su mala suerte con los hombres, lo que creó una extraña conexión entre ambos.
A medida que conversaban, la tensión entre ellos crecía, alimentada por la cercanía y la energía del lugar. Sus miradas se volvían más intensas, y cada palabra compartida parecía acercarlos más. Diego no podía negar la atracción que sentía, y ella, casi como si lo percibiera, se dejaba envolver por el ambiente místico del local.
El deseo finalmente los dominó. En un impulso inevitable, se acercaron y se dejaron llevar, besándose en medio del local, donde el poder del Ekeko parecía haberse manifestado de la manera más inesperada.