Mi Perra Web Cam
Shaira, una joven de 20 años, llevaba semanas luchando con los problemas de matemáticas que parecían complicarse más con cada clase. Su tutor, David, un joven de 42 años, había notado su frustración y se ofreció a ayudarla después de clases para reforzar los conceptos que no lograba entender. A pesar de sus esfuerzos, el tiempo en la escuela no fue suficiente para aclarar todas las dudas de Shaira, quien, decidida a mejorar, le pidió que fueran a su casa para continuar las lecciones en privado, buscando un ambiente más relajado y enfocado.
Cuando David llegó a la casa de Shaira, no esperaba lo que vería. Al entrar, la encontró en medio de grabar un video con una actitud provocadora, vestida con ropa sensual que contrastaba con la imagen que tenía de ella en el aula. La sorpresa lo dejó momentáneamente paralizado, pero mientras Shaira se daba cuenta de su presencia, la atmósfera cambió. La formalidad de la tutoría académica se esfumó rápidamente, y la tensión que había comenzado como una distracción, se convirtió en una palpable atracción entre ambos.
Los minutos pasaron y lo que debía ser una clase de matemáticas quedó en el olvido. Los gestos de Shaira, la cercanía, y la energía que ahora reinaba en la habitación los envolvió en una situación inesperada. La tensión sexual creció hasta que, incapaces de resistir la atracción mutua, ambos se acercaron hasta que sus labios se encontraron en un beso cargado de deseo, dejando a un lado cualquier propósito académico con el que habían comenzado la tarde. El coqueteo continuó hasta que ambos quedaron desnudos, dispuestos a calmar las ganas con el sexo más desenfrenado.